De todos es conocido que el arsenal terapéutico se ha incrementado en las últimas décadas aunque no siempre las novedades han aportado algo nuevo. La situación se ve cada vez con más nitidez: los nuevos fármacos no plantean ningún avance terapéutico y sólo traducen nuevas formas de presentación o cambios mínimos en la molécula sin repercusión clínica. Como su propio nombre indica el exomeprazol, es omeprazol, así como el escitalopram, es citalopram.
Os muestro una gráfica de López Bastida y Mossialos en la que se observa el aumento de gasto farmacéutico con las iniciativas coincidentes en el tiempo: y luego dirán que las medidas le producen a Farmaindustria pérdidas millonarias. En fin, otra vez sin comentarios.